15 de abril de 2014

Matías, de regreso en Rafaela, cuenta su experiencia



Las Olimpíadas de Inglés de Rafaela (OIR), organizadas por la Secretaría de Educación del municipio y la sección de Inglés del Instituto Superior del Profesorado N° 2 "Joaquín V. González", son pioneras en su tipo en la Argentina.

A través de este certamen, la Municipalidad de Rafaela, conjuntamente con American Field Service (AFS), otorga una beca total para una experiencia de intercambio en los Estados Unidos, con el objetivo de estimular el desarrollo de las habilidades intelectuales y lingüísticas, favorecer la capacidad comunicativa, los vínculos interpersonales y de cooperación, e impulsar el descubrimiento de nuevas aptitudes. 

Los cinco alumnos que obtuvieron las mejores calificaciones en la edición 2012 del concurso, participaron de un proceso de selección para el otorgamiento de la beca, en el que resultó favorecido Matías Matzkin, de la escuela N° 204 "Domingo de Oro". 

El joven estudiante rafaelino de 17 años realizó el intercambio entre agosto de 2013 y enero de 2014 en la ciudad de Brunswick, estado de Maine, en la Costa Este de aquel país. 

En la tarde de hoy concurrió al municipio para saludar al intendente Luis Castellano y al secretario de Educación, Guillermo Sáenz, y contar su experiencia en las Olimpíadas y su posterior estadía en el país del norte.

"La experiencia de participar en las Olimpíadas fue muy gratificante, porque conocí gente muy buena -docentes y alumnos-, conocí lo que piensan, las posturas de cada uno, y tener que cooperar con ellos me abrió la cabeza", comenzó relatando Matías. "Es muy importante que se realice este certamen, por la posibilidad de acceder a esta beca y poder realizar ese viaje, que puede ser tan caro y tan difícil de concretar por los propios medios", puntualizó.

Respecto del intercambio propiamente dicho, Matías refirió que "fue una experiencia inolvidable. Brunswick es una ciudad chica, de 20.000 habitantes, con paisajes muy hermosos. Gracias a esa condición ´de pueblo´, es fácil hablar con las personas y conocerlas bien. Es gente muy cálida y muy abierta. Todos los años reciben estudiantes de intercambio, así que están acostumbrados a tener las puertas abiertas para cualquiera. No me costó nada hacer amigos, y esas amistades, no solo con chicos de mi edad, sino con mi familia anfitriona, van a perdurar toda mi vida".

La familia que recibió a Matías estaba compuesta por el padre, la madre y tres hermanos varones de 8, 20 y 24 años. Respecto a la rutina diaria, el joven rafaelino contó: "me levantaba a las 6 de la mañana, desayunaba, a eso de las 7 me tomaba el autobús a la vuelta de mi casa, y luego empezaba el día escolar: desde las 8 hasta las 2:10 de la tarde. Después de eso volvía a casa o iba a alguna actividad extracurricular, como deportes, que se practicaban en la universidad que hay en la ciudad. El resto del tiempo lo pasaba con mi familia, y a veces salíamos a recorrer. Viajamos mucho: en la temporada que no tuve clases fuimos por muchos estados, por la zona de Nueva Inglaterra, y tuve mucha suerte de conocer esa parte de los Estados Unidos, que es muy hermosa".

En cuanto a las actividades extracurriculares, mencionó un "club de hiking", actividad que en español se conoce como "senderismo", que es una especialidad del montañismo.

"En ese club nos juntábamos para planear campamentos y viajes. Nueva Inglaterra es una zona especial para esa práctica, porque tiene muchas montañas", especificó Matías, y agregó que los paisajes son comparables con los del sur argentino.

Acerca de qué cambios trajo a su vida este viaje, Matías hizo hincapié en "las experiencias cotidianas", y refirió que "acá se estereotipa mucho, y de acuerdo con lo que conocí, pude formarme un juicio muy distinto al que normalmente te inculcan algunos medios sobre cómo son allá y cómo son en otros países, porque no solo conocí gente de Estados Unidos, sino de otros lugares del mundo que hacían intercambio como yo". 

"También fue muy significativo salir de la zona de comodidad a la que uno está acostumbrado, e ir a otro lugar y tratar de encajar en un grupo. Eso me enseñó y me ayudó muchísimo, porque ahora me sirve para afrontar cosas que son nuevas para mí o que son difíciles, y ya tengo la experiencia de haberlo hecho en un país, sin mi familia y con gente que no conocía", subrayó.

En cuanto a diferencias entre nuestra comunidad y aquella, el joven destacó "la participación que tiene la escuela". En tal sentido, señaló las actividades que la institución educativa realiza fuera del edificio, "como concurrir a un refugio a ayudar, o ir a escalar, y usar para eso todo un día de clase". Destacó también "la libertad de los alumnos para proponer acciones, como por ejemplo la realización de campañas, y tener los recursos para llevarlas a cabo".

Lo que más le gustó a Matías de la experiencia, fue "poder desenvolverme bien con mi familia y con mis amigos de allá, compartir con ellos y poder reírme con ellos. Es inigualable poder reírse con otras personas: la risa es universal, y más allá de todo, no somos tan diferentes como por ahí se piensa".

Finalmente, Matías contó que está analizando seguir estudiando Relaciones Internacionales, o Ciencia Política o Traductorado de Inglés; aún no lo tiene del todo definido, pero hacia esas áreas se inclinaría su vocación. 


Continuidad de las Olimpíadas

En la edición 2013 de las Olimpíadas resultó ganador Pedro Zenklusen, quien en agosto de este año partirá hacia Norteamérica para desarrollar su propia experiencia de intercambio. La edición 2014 del certamen se realizará a partir del mes de octubre.

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